AUTOR: Kenia Miranda Miramontes
Conforme se desarrolla y crece el Ser humano adquiere infinidad de: Conocimientos, estímulos verbales, visuales, auditivos, experiencias, habilidades que van haciendo de él, un ser: práctico, competente, útil, de tal manera que pueda desenvolverse y ser lo más funcional posible en el entorno que se encuentre. Ese mismo contexto influye considerablemente en las ideas, valores, creencias o juicios que una persona asimila en base a un concepto. Uno de ellos en particular, todos lo establecemos queramos o no, lo aceptes o no y este es ; "El Prejuicio", solemos prejuzgar con gran facilidad.
¿Pero qué es y cómo influye?
Los prejuicios son de alguna manera universales, todos los poseemos, no son más que ideas u opiniones generalmente negativas sobre las personas, situaciones, etc. Éstos no tienen que ver con niveles intelectuales, económicos o ideológicos, tanto personas con un coheficiente intelectual alto como una de bajo, ambos presentan la misma capacidad de generarlos, o bien todos sin excepción, lo único que difiere es que unos lo hacen en menor o mayor medida.
Porque, el prejuicio, es un juicio premeditado y regularmente erróneo que empieza desde nuestra persona, de cómo te ves a ti mism@ cuando te miras o te asignas calificativos negativos que obviamente estos responden sólo a tu percepción, tú los ves así
Una vez que los adoptas a tu persona, es más fácil externarlos ante los estereotipos religiosos, de razas, género, orientación sexual, cultural y más, que existen en la sociedad. Con el paso del tiempo el prejuicio se ha esparcido como una plaga atrapando a todo quien demuestra ser una presa fácilmente manipulable, reflejando simplemente cierta ingorancia ante lo desconocido y precisamente, esa manera de pensar te someterá a actuar injustamente sólo porque algo o alguien es diferente a tí o ajeno a tu ideología, intereses o patrones de enseñanza que recibiste.
Lo que debes tener presente es que un juicio, no tiene más valor ni credibilidad que la que tu limitada forma de pensar le dá.
Si bien es cierto que puede parecer algo instintivo, es muy importante que reconozcas que una vez que te dirijas en esa tónica, tu vida carecerá de asertividad, enganchándote en la intolerancia.
En la Ley de la Atracción una vez que conoces su operatividad, reconocerás que el prejuicio es una sensación que emplearás cada vez menos. Puesto que te mostraras más comprensible y flexible ante lo opuesto o poco afín a ti.
¿Pero, cómo hacerlo?
Como mencioné anteriormente todos llegamos a manifestar un prejuicio alguna vez, por ello te presento algunas estrategias para disminuirlo, restándoles atención, éstas son:
- Primeramente lo más importante es que aceptes que tienes arraigado un prejuicio sobre algo o alguien. (Personas de color, homosexualidad, personas de otra religión, etc) Decir: "Reconozco que yo no puedo aceptar esto o aquello". Si esta parte no logras realizarla, lo demás no surgirá efecto.
- Piensa en las razones por las que sientes no soportar a cierto grupo o persona. ¿Qué tanto crees que sean ciertas tus conjeturas?. Puede que ni siquiera te dés la oportunidad de conocer eso que tanto rechazas, que sea algo propio por tu falta de capacidad y/o información para entender y respetar las diferencias.
- Analiza qué grado de maldad asignas, en estos casos, la maldad se impone a la razón. El simple hecho que alguien no te cae bien, o porque es bonit@, guap@ o exitos@. Y no sólo buscas destacar lo malo en esa persona, sino que cometes actos reprobables aún cuando la persona no te ha ofendido o atacado para desprestigiar, juzgando duramente.
- Prioriza en un acto de humildad, cuestionándote; ¿Que hay en mí que me molesta tanto. (Puede que descubras la razón real de tu intolerancia)
- Y ésta que es la más significativa: Ahorra tu energía, esa molestia que te genera un grupo o persona la necesitas para estar bien tú, el bienestar que tanto deseas únicamente tu te lo puedes otorgar, evita que algo como el prejuicio sea un obstáculo para alcanzarlo.
- Utiliza tu capacidad de análisis para desechar esa basura mental, sé racional. Te reto que cada vez que veas a eso que no toleras o por quien emites un prejuicio la observes detenidamente, piensa: ¿Cómo será su vida?, ¿Su personalidad?, ¿Qué sentirá cuando es rechazado?, ¿Qué razones lo orientaron para que sea como es?. Piense como piense o sea como sea, son sus circunstancias, no las tuyas.
- Establece nuevas formas de vivir y pensar, aligera tu mente y obtén tu libertad de pensamiento, sé objetivo.
¡Vive y deja vivir! Independientemente de que intentes o no hacer de La Ley de la Atracción, un hábito en tu vida, tu sistema de creencia contribuirá para que el proceso se te dé más fácil.
Ya lo dijo Confucio: "El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuicioso y carente de una mente amplia"
¿A qué tipo perteneces tu?
AUTORA: KENIA MIRANDA MIRAMONTES
FOTO PRINCIPAL: Matthew T-Reader